Desde las 19 horas, en la sede de Bodega Margot (Tupungato, Mendoza), se podrán apreciar dos obras inéditas junto a otras piezas representativas de estos pintores oriundos de San Miguel de Tucumán.
Rubén Kempa es pintor y grabador, docente del taller de pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Tucumán, y fue convocado por Margot para pintar un mural en su nueva Champagnerie Boutique, obra que será develada al público en la fiesta del 20° aniversario de la bodega.
Alejandro Contreras Moiraghi, becado por la Academia Nacional de Bellas Artes, la Fundación Antorchas y el Fondo Nacional de las Artes, con exposiciones realizadas en las principales capitales del mundo, presentará en Margot una obra inédita que forma parte de su serie “Vamos, vamos, que entramos…”, y que se transformará en la nueva imagen de marca de la línea de vinos Maula.
Kempa trabaja desde un dibujo expresivo y siempre figurativo, donde se destacan estilizados rostros y desnudos femeninos. Una muchacha como musa erótica captura con fiereza el pincel de Rubén “el negro” Kempa, y la pulsión se deshace en colores y contrastes de curvas, bocas y miradas. Esta pasión por la intimidad femenina le llevó a exponer y colocar su obra entre sofisticados coleccionistas y a ser convocado por Bodega Margot para retratar en un mural a la inmortal Margot y su circunstancia.
Contreras Moiraghi es miembro del staff de artistas de la Galería White Space de Singapur y su obra se encuentra en instituciones públicas del país y en colecciones privadas de Argentina, Brasil, México, Bolivia, Alemania, España, Uruguay, Sudáfrica, Puerto Rico, Indonesia, Singapur y EEUU.
Su serie “Vamos, vamos, que entramos…” ha trascendido por su poder para comunicar en modo casi caricaturesco la capacidad de ciertos pueblos para hacer lugar, incluir, agruparse, reinventarse y recrear espacios para mantenerse dignos. Los risueños hombrecitos negros característicos de Alejandro Contreras Moiraghi habitan la puja entre el espacio individual y el que deben ceder para compartir con el otro, tensión que se ve mitigada por la fuerza solidaria que vincula a los personajes.
La última obra del artista en esta serie rescata como título “Mano a Mano”, el mismo que dio nombre al tango más exitoso de Carlos Gardel en toda su carrera, y lo reinterpreta desde una mirada de solidaridad y equidad, de festiva convivencia popular, casi de conventillo; donde se fusionan con amor costumbres, leyendas, ídolos populares y símbolos de nuestra memoria colectiva.